Los activos de información en general –y los datos en particular– son un componente imprescindible En AMB electrónica . Los utilizamos en todos los proyectos, a todos los niveles. Por ejemplo: trabajamos con manuales técnicos, algoritmos informáticos, planos, bases de datos, fórmulas de fabricación, etc.
Es habitual que firmemos contratos o acuerdos de confidencialidad, puesto que tenemos acceso a información de proyectos de investigación y desarrollo, de secretos industriales, comerciales y de propiedad intelectual cuya pérdida o difusión podría acarrear importantes pérdidas económicas y de reputación a nuestros clientes (y a nosotros mismos). Hasta hace poco más de un año, estos contratos privados eran la única forma de mantener la confidencialidad. A día de hoy está vigente la Ley de Secretos Empresariales, que los protege explícitamente.
También tenemos acceso a algunos datos personales, cuya protección es más conocida, por la difusión pública de la Ley de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
En AMB electrónica siempre hemos tratado los datos con esmero, puesto que entendemos que son indispensables para nuestro negocio; por eso tratamos todos los proyectos como confidenciales, aunque no lo sean de forma explícita.
Ahora lo manifestamos públicamente, mediante nuestra Declaración sobre Política de Seguridad de la Información